La anemia por deficiencia de hierro es un tipo de problema sanguíneo. Los glóbulos rojos en tu cuerpo contienen hemoglobina, que es responsable de llevar oxígeno a todo tu cuerpo. Tu cuerpo necesita hierro para que los glóbulos rojos mantengan los niveles adecuados de hemoglobina. Si tu cuerpo tiene falta de hierro, podrías padecer anemia.
No es raro que una mujer tenga anemia, especialmente en edad reproductiva. La deficiencia de hierro es, por mucho, la causa más común de anemia en el embarazo y representa de 75 a 95 por ciento de los casos.
Pero no es la única causa. Podrías desarrollar anemia por no consumir suficiente ácido fólico o vitamina B12, por perder sangre o por padecer ciertas enfermedades hereditarias de la sangre como como la enfermedad de las células falciformes y talasemia.
¿Estoy en riesgo de padecer anemia en el embarazo?
Sí. El embarazo aumenta la probabilidad de padecer anemia.
Durante el embarazo, la cantidad de hierro que necesitas aumenta de 18 a 27 miligramos (mg) por día. Necesitas hierro extra para el aumento de glóbulos rojos, para tu bebé en desarrollo y la placenta. Además, el extra de hierro prepara tu cuerpo para cualquier pérdida de sangre que pueda ocurrir durante el parto.
Pero hay otros factores, además del embarazo, que incrementan el riesgo de anemia, por ejemplo:
- Menstruación muy abundante
- Alimentación baja en hierro
- Alimentación baja en vitamina C (que ayuda a la absorción del hierro)
- Consumir demasiados alimentos o bebidas que reducen la absorción de hierro (como productos lácteos, alimentos que contienen soya, café y té)
- Dejar pasar poco tiempo entre un embarazo y otro
- Ser menor de 20 años al quedar embarazada
- Tener enfermedades estomacales o intestinales que afectan la forma en que tu cuerpo absorbe los nutrientes
- Tomar medicamentos que afectan la forma en que tu cuerpo absorbe el hierro de los alimentos
- Perder más sangre de lo normal en un parto anterior